Agonía

La vista se me nubla, el pulso se me dispara y el dolor me envuelve, apenas puedo mantenerme en equilibrio, echo la vista atrás y ahí están, no es suficiente mi esfuerzo, no ha valido la pena tanto sufrimiento. Mil imágenes corren ahora por mi mente libres, invadiendo todas mis emociones, los recuerdos y las horas de entrenamiento. Era para esto, por este instante dediqué toda mi vida, cada segundo que pasé luchando por llegar a la cima, cada reto superado, cada entrenamiento… Semanas lejos de mi hogar y de los míos, los que me quieren ¿qué van a pensar si me ven rendirme?, ¿qué ejemplo seré para ellos? No quiero fallarles, ahora no. Puedo ver el final, ante mí se impone como un inmenso muro, pero debo continuar, debo mantener la fuerza mental y sobreponerme. De nuevo echo la vista hacia atrás, siguen ahí, apenas unos segundos nos separan, pero no se acercan, quizás están igual que yo, igual sufren como yo y no saben qué va a pasar. Inspiro lentamente y miro a la carretera, espiro el aire de mis pulmones y con decisión bajo una corona, me incorporo sobre mi bicicleta y buscando fuerza de dónde no hay nada, con la musculatura vacía y temblando me lo juego todo a una carta, aprieto al máximo sin mirar atrás, tan sólo unos metros más, la mente en blanco, silencio y la sangre golpeando con fuerza todo mi cuerpo… Y por fin, destrozado, cruzo la línea de meta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cirugía, mi camino

Cae la lluvia