Determinismo, biología y NPCs

Estábamos el otro día mi amigo Pepe y yo sentados en un banco de los jardines del hospital. Eran nuestros 15 minutos de descanso y aprovechando para llevarnos algo a la boca y recuperar energía, Pepe, que es un tio estupendo, reflexivo se me quedó mirando, y mientras engullía un pedazo de fruta me suelta:

 — ¿No crees que en realidad somos pocos humanos racionales en una sociedad repleta de NPCs en modo automático? (NPC del mundo de los videojuegos significa personaje no jugador).

Tras un momento de silencio, en el que interiorizaba el asunto que preocupaba a mi amigo le contesté casi sin pensar demasiado:

Eso no puede ser, todos tenemos consciencia en mayor o menor medida ¿no?

Puede ser, pero es que me he dado cuenta de que hay mucha gente que no analiza las cosas que hace, está totalmente en modo automático por el mundo ¿Y sabes que muchos no tienen "voz interior"?

Me quedé pensando acerca del asunto, puede que Pepe tuviera razón y haya un porcentaje de gente en este mundo que no disponga de un grado de albedrío y voluntad tan elevados como otras personas, pero lo que no me entraba en la cabeza de ninguna manera es el concepto "automático". Desprendía un sabor a determinismo que difícilmente podía degustar plácidamente. Me fui a la cama dándole vueltas a aquello y acabé filosofando de manera curiosa.

Quizás sea el imparable paso de los años, una máquina perfecta que va erosionando no sólo nuestros cuerpos, sino nuestro ser, aunque sean parte de lo mismo. No hay nada más que cuerpo, en el fondo básico del asunto. La biología y la naturaleza siempre se han impuesto al intento humanista del hombre de ser el centro de cuanto existe mediante la dualidad mente-cuerpo. Esa es la realidad de nuestra condición como criaturas 100% naturales, seres vivos con mecanismos fisiológicos. El avance en la técnica y el dominio de la naturaleza, nuestras habilidades... son producto de la naturaleza y la evolución de la biología cumpliendo todas las leyes naturales y físicas. De ahí también nuestras limitaciones, nada es perfecto. Y quizás, y esto es controvertido, son las propias leyes físicas las que nos otorgan libre albedrío. Me niego a aceptar el determinismo como sustrato de cuanto ocurre. La probabilidad y la incertidumbre existen, no hay un programa ejecutándose en una computadora, la vida no es eso.

 ¿Dios? Nos creó a imagen y semejanza según las escrituras. No creo que se pueda demostrar la no existencia de un ser superior creador de cuanto existe, por la simple razón de que las leyes físicas y naturales pueden ser para los creyentes el brazo ejecutor de Dios. Tampoco es demostrable lo contrario, no se puede demostrar la existencia de Dios mediante el conocimiento de las leyes del universo porque, aunque lleguemos a entender el inicio de todo, incluso del tiempo y el espacio, siempre cabrá la posibilidad de un origen no divino. Simplemente es una cuestión de Fe de cada uno de acuerdo con sus creencias, científicamente no es pragmático remar en esa dirección si no es para el propio divertimento filosófico de la cuestión.

Al día siguiente le comenté a Pepe las conclusiones a las que había llegado, ninguna. Y acepté la posibilidad de que exista variabilidad en el grado de voluntad y libre albedrío entre diferentes personas, porque somos seres vivos. Le comenté que cuando yo practico algún deporte de resistencia muchas veces me gusta dejar la mente en blanco y no pensar en nada, simplemente seguir corriendo o dando pedales kilómetro tras kilómetro.

Ante esto, Pepe se me quedó mirando, y con cara de incredulidad me dijo:

¿Acaso no serás tú también un NPC?


 ¿Rodeados de NPCs?

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