Cirugía, mi camino


No ha sido nada parecido a lo que dicen los seminaristas que sienten al oír a dios, y menos mal, porque si un día me levanto escuchando voces en mi cabeza, que le den a todo, me voy directo a la planta de psiquiatría de mi hospital, que ya sé donde está y me ahorro los viajes al seminario.

No, esto no tiene nada que ver, ha sido más bien como el desarrollo de una enfermedad crónica, lentamente, sin prisa y sin hacer demasiado escándalo, como el agua horadando la roca incansablemente y moldeando el paisaje con los años. Recuerdo claramente como hace 5 años, cuando comencé la carrera de medicina, me veía a mi mismo en el futuro como una especie de Dr. House -quizás no tan borde- un auténtico "todolosabe" que podría diagnosticar cualquier patología que se le pusiera por delante, ya fuese una parasitación cerebral por un gusano o una rara alteración genética... daba igual, me veía como un gran clínico. Por supuesto esto duró a lo sumo un mes, lo que tardas en darte cuenta de que la medicina nada tiene que ver con la televisión, que no es tan glamurosa, que es mucho más sucia, maloliente y desagradable que lo que se muestra en las pantallas con esos actores tan guapetes. Pero también te das cuenta con el tiempo de que se trata de una disciplina humana, en el sentido pleno del término, es una disciplina en la que conoces al ser humano, tal cual, en la que muchas veces, y esto es importante, sólo se puede aspirar a aliviar el sufrimiento del enfermo. Somos humanos, y como tales podemos cometer errores, de ahí la importancia de aprender a trabajar en equipo para reducir al mínimo posible el error humano. Pero tampoco podemos olvidar que no existen enfermedades, sino enfermos y que hay que personalizar en la medida de lo posible nuestra interacción en el proceso de la enfermedad. Todo esto convierte a la medicina en la más hermosa y noble profesión que existe -bajo mi punto de vista, claro- y en una disciplina con un cantidad de conocimientos abismal.

Y bien ¿para qué tanto rollo? Pues para adornar esta entrada un poco y para contar lo que podría haber dicho en una linea: Quiero ser cirujano. ¿Y para esto tanta gaita? Pues si, porque es verano, tengo tiempo libre (lo más preciado que existe), ningún plan y me he acordado de que tenía un blog. Tal cuál.
Continuando con lo anterior, que me disperso, la ingente cantidad de conocimiento hace necesario que los profesionales se especialicen. La primera división clara se da entre especialidades clínicas, quirúrgicas, mixtas y de laboratorio, que como las ramas de un árbol se va dividiendo en las diferentes especialidades y subespecialidades. Aborrecía la cirugía y todo lo que estuviera relacionado con anatomía en los dos primeros años de carrera, simplemente veía estas asignaturas como un trámite necesario para continuar estudiando algo más interesante. Aunque he de decir que en las prácticas disfruté, quizás esas horas contemplando y diseccionando cuerpos -mientras nos colocábamos en grupo con el formol del ambiente- fueran la semilla que ha ido brotando con el tiempo. Poco a poco y sobretodo con el comienzo de las prácticas en el hospital pasando por diferentes servicios me di cuenta de que había estado muy equivocado con las especialidades quirúrgicas, y un día sin saber desde cuándo y cómo había ocurrido me di cuenta de que quería ser cirujano. ¿Por qué? Porque las especialidades quirúrgicas son las más resolutivas, el paciente te viene con su problema, y eres tú con tus propias manos y habilidad el que resuelves la situación. No sé, es simplemente algo bestial, al menos a mi me lo parece así.
Aún no tengo claro qué especialidad quirúrgica me gustaría hacer, (y tampoco quiero cerrarme puertas para cuando llegue el temible MIR y ponga las cosas en su sitio) y aunque en mi mente tengo ciertas ideas, mejor me las guardo por lo que pueda pasar. Lo importante es que he encontrado el camino que quiero seguir y que me llena. Y eso no se paga con dinero.

"La cirugía es la más científica de las artes, y la más artística de las ciencias"

Comentarios

  1. Sólo con cambiar algunos conceptos, el texto podría valer para la Educación. Y el tiempo enseña lo frágiles que pueden llegar a ser nuestras certezas. Seguro que serás un gran cirujano.

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    1. El tiempo, siempre el tiempo... Muchas gracias Pablo por los ánimos. Pues si te viene bien el texto para lo que sea, sin problema. Un abrazo enorme

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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