Dulce Introducción al caos #1




Guardó el zipo en el bolsillo interior de la cazadora, se ajustó las gafas de sol y el pañuelo sobre su cabeza bien colocado, ni muy apretado ni muy flojo, lo justo para que su negra melena no le molestara. Dirigió una última mirada al horizonte, el paisaje desértico que se abría a la carretera era hermoso, desolador incluso, pero increíblemente bello. Las rocas se fundían en distintas tonalidades de rojos y amarillos, un rio azul intenso cruzaba el terreno y se perdía en la inmensidad de las vistas, allí donde el alcance del ojo y la imaginación se fusionan. Una sonrisa se reconocía en su cara, se sabía único y fuerte, nadie podía decirle entonces que era lo que tenía o debía hacer, en ese momento se sentía más vivo que nunca, sintiendo lástima por la mayoría de las personas encerradas en sus jaulas diarias, cómodas en su calentita mierda y sin ganas de despertarse de esa mentira. Para ellos él solo era un rebelde, un inadaptado o un loco por no vivir siguiendo al rebaño, hacía tiempo que había comprendido que su visión del mundo no podía imponerla a los demás, en las contadas ocasiones en que lo intentó no salió muy bien parado.
Apurando las últimas caladas al pitillo se sacudió las botas, echó un meo a una planta más bien seca que andaba por allí cerca y con orgullo montó de nuevo en su motocicleta, una Harley impecable del 77, única herencia que le dejó su padre al morir, una auténtica bestia sobre dos ruedas, pensada para alcanzar la libertad, o al menos eso es lo que su padre siempre le había contado.
Aceleró suavemente y el rugido de la harley se fue alejando cada vez más y más hasta que se perdió en la carretera, todo quedó en calma.

Comentarios

  1. Muy buen texto, me gusta mucho esa forma de ver la vida y esa manera de expresarlo. Bravo

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  2. Me alegro de que te haya gustado. Muchas gracias por pasarte por el blog ;)

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