No hay mal que por bien no venga

Días largos como el de hoy son los que te hacen desear que llegue el fin de semana cuanto antes, descansar lo máximo posible para no hundirte en la ingente cantidad de residuos varios que hay alrededor tuya, salir a flote y luchar por no perderte en este laberinto, que no solo es lo cotidiano de cada uno, sino la vida.


Hoy me he puesto a estudiar neuroanatomía, con el propósito de saber hasta dónde soy capaz de enterarme siguiendo el Latarjet y el Snell sin recurrir a los siempre geniales videos del Dr Leonardo Coscarelli, que en más de una ocasión nos ha salvado (y digo nos porque sé de compañeros que han sucumbido ante su encantador voz argentina). La cosa no ha ido mal del todo, el cerebelo con sus hemisferios y su vermis han quedado vistos para sentencia, en el tronco encefálico, aunque no lo he terminado, también he avanzado bastante... el problema, me temo como de costumbre con anatomía, va a estar en juntar todas las piezas del rompecabezas. Esta es una asignatura de las que te quitan el buen humor poquito a poco, hasta absorberte y noquearte a veces por completo, por lo que el descanso es muy importante. Y como hay que descansar y estar en forma física y mentalmente pues he ido como todos los lunes y miércoles a Móstoles, a entrenar una horita de kárate (me he apuntado este año, por hacer algo más de deporte que el año pasado, y puestos a elegir disciplinas me quedo con una completa, en la que el esfuerzo físico es grande, pero también el mental,  de paso me sirve para defenderme ante posibles ataques de algún desalmado y  la uni me concede 0,5 créditos de libre configuración que nunca vienen mal). Pues resulta que el profesor de kárate ha decidido  que no estaba lo suficientemente cansado hoy, así que ha tocado sesión intensiva de patadas que me han dejado las piernas destrozadas (soy incapaz ahora de andar sin que me duela un músculo y mañana será bastante peor casi seguro...). Por lo menos, como consuelo, noto que mi flexibilidad, fuerza y agilidad están aumentando bastante desde que practico este deporte, no hay mal que por bien no venga.



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